Incontable es la cantidad de veces que hemos visto imágenes donde se recomienda un tipo de entrenamiento o meto de entrenamiento según el tipo de somatotipo o cuerpo; en las redes sociales y en general en muchas páginas web. En gran cantidad de ocasiones acompañando esta imagen con información que nos da a entender que nuestro somatotipo define hasta donde se pueden tener modificaciones estéticas corporales. ¿Pero qué tanta utilidad tiene los somatotipos dentro de la actividad física y más precisamente, en verdad es tan determinante en el área fitness?
Antes de
comenzar a responder a esta pregunta es importante ponernos en contexto; no
solo sabiendo para que se utiliza la medición de los somatotipos, si no también
su historia, junto con todo lo que causó su aparición y posterior modificación,
de este modo podremos entender y nosotros mismo darle el valor
correspondiente dependiendo del área de la actividad física o del
deporte en que nos desenvolvamos.
Origen de los Somatotipos
Para
fines de entendimiento; dentro de la actividad física fitness y deportiva se le
suelen dar las siguientes utilidades: en el fitness, para darse una idea sobre
el tipo de cuerpo que se puede llegar a construir, y en la deportiva, para
identificar el tipo de cuerpo que puede ser más eficiente para alguna
disciplina en específico. Ante esto se pueden identificar tres tipos de cuerpos
principalmente, ectomorfo, mesomorfo y endomorfo.
Si bien
se puede uno remontar hasta la antigüedad y darse cuenta que desde los griegos
se buscaba una clasificación corporal, es hasta los 40’s del siglo pasado que
se generó una clasificación a la estética corporal; venido de la mano del Dr.
William H. Sheldon, psiquiatra interesado en los estudios entre el físico y el
temperamento.
Los
esfuerzos de Sheldon fueron para poder “leer” la naturaleza interna de una
persona a través de su apariencia externa. Durante su época más productiva
publico varios títulos relacionados al tema, entre ellos: Variedad del
físico humano (1940), Variedad del temperamento humano (1942), Variedad de
juventud delincuentes (1949) y el atlas de los hombres (1954), el
desarrollo de este último marcó un antes y un después entre algunos de sus
colaboradores y posteriormente puso en tela de duda todo su planteamiento,
cambiando la teoría y planteamiento de los somatotipos.
Todo el
esfuerzo que hizo el Dr. Sheldon venia de la importancia que se le daba a la
buena apariencia asociado a una buena postura, que aparecer en la década de
1820 y finales de este siglo, en esta época se tenían tres temas fundamentales:
Primero se percibió que la postura estaba bajo amenaza por el tipo de vida
moderno que se estaba generando y que las restricciones de la escolaridad
causaban degeneración física en los jóvenes. En segundo lugar, se generó la
percepción de que una postura erguida era necesaria para evitar que los órganos
se aplastaran y deformaran. En tercer lugar, también se empezó a
asociar una mala postura con la degeneración del cuerpo en general y una
inadecuada reproducción.
Con forme
comenzó a madurar la ciencia de medir los cuerpos humanos, la antropometría se
convirtió en una más de una larga línea de ciencias relacionadas con las
mediciones detalladas, la comparación y la interpretación de la variabilidad en
partes del cuerpo, incluida la postura.
A finales
del siglo XIX es cuando la actividad física por medio de una profesión
emergente; la educación física, comienza a darle importancia a los factores
corporales y posturales, los educadores físicos le vieron la utilidad para
corregir y solucionar malas postura, bajo la línea de Platón “Mente
sana en cuerpo sano”, abriendo así diversos foros relacionados al tema, se
utilizaban fotografías de cuerpos desnudos como base para la evaluación
postural, además de medidas específicas que se realizaban.
En esta
época el cuerpo de la mujer recibió mucha atención por parte de los educadores
físicos, impulsados por la visión de que las mujeres sufrían de una postura más
pobre, ya sea de forma natural o debido a ropa más ajustada y la falta de
ejercicio.
Bajo todo
este contexto, basándose en la escuela antropométrica italiana y en el
psiquiatra alemán Ernest Kretschmer, quien en sus casos clínicos clasificaba
“pirnicos” “Asténicos” y “atléticos”; el Dr Sheldon lo tomaría en cuenta para
su propuesta de los somatotipos.
Así,
tras recolectar un conjunto de datos de 4000 fotografías de estudiantes
universitarios de la Universidad de Chicago, estructuró los sistemas corporales
llamados somatotipos con sus correspondientes temperamentos,
surgiendo de esta manera los términos ectomorfia (delgadez), endomorfia (
gordura) y mesomorfia (musculatura), el Dr Sheldon infería de esta manera que
el temperamento y carácter estaban relacionadas con las medidas corporales,
hacía énfasis en la salud, la belleza y la simetría del físico humano,
despertando una alerta sobre la tendencia eugenésica del Dr. Sheldon.
Esta
teoría al tener caracteres eugenésicos se aplicó al análisis racial, con el
argumento de que la descendencia europea tenía espinas erectas y huesos rectos,
lo que les permitía un comportamiento elegante, en contraste con personas de
raza blanca menos civilizados.
Con el
paso del tiempo la visión y tendencia de los educadores físicos sobre los
somatotipos fue cada vez más diferenciada de la que tenía el Dr. Sheldon, por
un lado, los educadores físicos, creían en la posibilidad de la modificación
corporal por medio de un buen entrenamiento y ejercicio, por consiguiente, se
podía corregir algún problema. Por otro lado, el Dr Sheldon no creía que esto
podría ocurrir, creía que la calidad biológica de la población mejoraría al
mejorar su belleza, pero desde su punto de vista, con el tipo de cuerpo con el
que uno nació (y sus niveles correspondientes de belleza y simetría)
no se podía hacer mucho.
A
finales de los años 40’s hace su aparición, quien años después sería una de los
refrenten para la medición de los somatotipos, Barbara Honeyman, tan
entusiasta del trabajo de Sheldon; que se divorcio para poder ir a trabajar con
él y aprender toda su metodología, pero desafortunadamente para ella
al haber aprendido toda esta metodología comenzó a cuestionarla y a tener
serias dudas sobre su trabajo.
Toda su
relación termina explotando cuando trabajaban en el libro el atlas de los
hombres (1954), donde años después de su publicación, Barbara Honeyman revela
que el Dr. Sheldon le pidió modificar y falsificar datos para poder hacer sus
curvas de altura-peso y recortar imágenes para poder tener ejemplos de algunos
somatotipos extremos que no se habían encontrado en la vida real.
Tras el
rompimiento entre Sheldon y Honeyman, Barbara comenzó a estudiar un doctorado
en educación física, teniendo un acercamiento más profundo sobre la visión de
los educadores físicos y los somatotipos, en esta etapa de su vida comienza a
estar más cerca de Scott Health con quien termina casándose años después, y por
ello en sus fórmulas para la medición de somatotipos el nombre que comúnmente
se menciona es Honeyman Health.
Al pasar
los años Barbara se convirtió en una experta de los somatotipos,
generando formulas intentando hacer lo más confiable posible el cálculo de los
somatotipos, teniendo ahora una visión completamente distinta a la del
Dr. Sheldon.
Con el
tiempo, el trabajo del Dr. Sheldon y los cuestionamientos por su carácter
racial y eugenésico, terminaron desacreditando su teoría que relacionaba el
cuerpo con el temperamento así como sus fórmulas para la somatotificacion y las
teorías que sustentaban al somatotipo como algo duradero en el tiempo; un
físico que perduraría para toda la vida.
En los años 50 intento reformular su teoria modificando los cálculos de los somatotipos, pero, aun así, todo el precedente que tenia y el crecimiento de nuevas figuras expertas del somatotipo entre ellas Barmara Homeyman Helath y Lindsay Cartes; quienes terminaron colaborando y generando la fórmula que más se utiliza para la medición de los somatotipos hoy en día, la formula Health-Carter; terminaron desacreditando y sepultando el trabajo del Dr. Sheldon.
Los Somatotipos hoy en día
La
percepción que hoy en día se tiene sobre los somatotipos es completamente
distinta a la original, Health-Carter en su artículo: «Investigación de la
metodología y kinesiología de somatotipos», lo describen a la perfección. Entre
las diferencias está la forma de medición, las escalas que se utilizaban las
consideran arbitrarias y sin fundamento, pero la diferencia más importante para
nosotros es la eliminación de la permanencia del somatotipo; eliminaron las
extrapolaciones por la edad, por lo que ahora son considerados
morfofenotipos o somatotipos presentes y no predicciones a futuro del
somatotipo, definiendo más precisamente el somatotipo como «la conformación
morfológica actual».
Los términos
endomorfo, mesomorfo y ectomorfo se hicieron completamente presente,
refiriéndose el primero a la grasa relativa, el segundo a musculatura relativa
y tercero a la delgadez relativa
Desafortunadamente
aún hay quienes arrastras ideas erróneas sobre el somatotipo, llegando
incluso a hacer similitudes con el biotipo. Por lo que es necesario
que hagamos una aclaración sobre esto.
El
biotipo es la forma típica de un organismo que puedo considerarse modelo de su
especie variedad o raza, el biotipo está conformado por un genotipo y un
conjunto de fenotipos.
El
genotipo vendría siendo la carga genética, mientras el fenotipo son las
características físicas siendo la representación visual de esta carga genética
que traemos, por este motivo, los somatotipos solo se
consideran dentro de las características fenotípicas actuales, porque a pesar
de que sean dadas por la carga genética, también nuestra interacción con el
entrono influye en nuestras características físicas y además no se realiza un
análisis genético cuando se efectúa la medición del somatotipo, quedando
simplemente en característica fenotípica del momento de la medición.
Utilidad de los somatotipos
Si bien
la utilidad dentro de la actividad física y entrenamiento deportivo pueden ser
muy específicas, primero debemos quitarnos de la cabeza las ideas erróneas que
pululan en muchos lados, en el área fitness y de la recomposición
corporal, se suele utilizar como un indicador sobre qué tipo de entrenamiento
es mejor o peor para cada tipo de cuerpo, o qué tipo de físico tendrás en un
futuro.
En el
primer caso, sobre el tipo de entrenamiento, no hay un sustento científico que
muestre que un tipo específico de ejercicios tenga mayor o menor resultado en
un tipo de cuerpo, mas bien, estos resultados vienen determinados por la
dosificación adecuada para cada individuo y su alimentación, por ejemplo,
alguien con más tendencia endomórfica, si desea modificar a más tendencia
mesomórfica, deberá implementar un entrenamiento adecuado junto con una
disminución calórica cuidando sus requerimiento nutricionales, y en otra
dirección, si alguien ectomorfo desea pasar a ser más mesomorfo, necesita un
entrenamiento para el crecimiento de su masa muscular junto con un incremento
calórico cuidando también sus requerimientos nutricionales.
En el
segundo caso, dar a entender que se puede predecir qué tipo de físico uno
tendrá por el somatotipo que presento a la hora de su medición, es seguir con
la idea de que el somatotipo es duradero en el tiempo. La utilidad
dentro de esta área es solo como parámetro de partida y como orientación hacia dónde
queremos llevar la modificación del cuerpo a través del ejercicio.
Dentro
del deporte tiene particularidades específicas, con el somatotipo se puede
ayudar a determinar para que disciplina deportiva cierto tipo de cuerpo puede
ser más apto que otro o presentar un mejor desempeño. Incluso se han hecho
investigaciones para determinar qué tipo de cuerpo tienen quienes son campeones
mundiales en alguna disciplina deportiva y de esta manera determinar cuál sería
el cuerpo ideal para esta disciplina en específico.
Uno de
los estudios más grandes y de mayor relevancia fue en los juegos olímpicos de
México 1968, donde se llevaron acabo estudios con un amplio equipo de
investigadores, en el que incluyeron variables morfológicas, fisiológicas,
información genética y familiar de los deportistas.
Desafortunadamente
este estudio a pesar de haber sido muy relevante en su tiempo, por el pasar de
los años y que los deportistas de los juegos olímpicos fueron siendo cada vez
más jóvenes, con madures biológica como psicológica distinta mostrarían una
pequeña variabilidad con los patrones obtenidos en México 1968, pero en la
actualidad hay muchos estudios a nivel mundial que han obtenido un somatotipo
ideal para las diferentes disciplinas deportivas, buscando en muchas ocasiones
estas características en las posibles promesas deportivas.
A pesar
de lo anterior hay quienes han considerado que la evaluación a través del
somatotipo tiene sus limitaciones, James Tanner desde 1964 menciona que
el somatotipo pondera la descripción de la forma y no el tamaño, y es que en
las disciplinas deportivas se reconoce que las ventajas para un mejor
rendimiento pueden estar directamente relacionadas con las dimensiones y
proporciones corporales y no específicamente con la forma.
La
utilidad del somatotipo dentro de la actividad física o deportiva tiene
sus limitantes y dependerá hasta cierto punto de nosotros la importancia
que queramos darle por el área que nos desarrollamos, claro conociendo
todo el contexto que rodea al somatotipo y no queriendo llevarlo más allá de lo
que en realidad es. Queremos finalizar con palabras de la misma Barbara
Honeyman Heath que nos puede poner a reflexionar sobre la utilidad de los
somatotipos “La gente me pregunta con frecuencia cuál es la utilidad de
esto, lo hago porque es interesante. No aprecio ninguna gran ilusión acerca de
su utilidad».
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